DESTRUCTOR
CLASE "OQUENDO" D-40
La clase Oquendo debía haber contado -y así fue encargada en 1943- con otras seis unidades, (Blas de Lezo, Gelmírez, Lángara, Bonifaz, Recalde y Blasco de Garay) además de los tres que llegaron a entrar en servicio.
Pero ya en 1952 fueron canceladas las seis últimas -sólo un año después de ponerse la quilla a los tres primeros-, al comprobarse que el proyecto iba a resultar difícil de llevar a la práctica.
Los Oquendo fueron, desde el principio, un auténtico dolor de cabeza para los diseñadores. Basta señalar que, hasta 1959, es decir, 15 años después de comenzar el acopio de material, no fue botado el cabeza de la clase, y eso a pesar de haber pedido ayuda en 1955 a los Ateliers Bretagne para poder terminar la planta motriz.
En vista del lamentable curso del proyecto, se decidió modificar radicalmente a los dos últimos buques, siendo remolcados a Cartagena, donde fueron literalmente cortados por la mitad, en sentido longitudinal, con objeto de aumentarles la manga, para intentar resolver algunos de los problemas experimentados en el Oquendo.
Además, se intentó conseguir el mejor armamento y sensores posibles para estos buques, primero en Inglaterra y, finalmente, se les montó los equipos de los FRAM II norteamericanos.
Con todas las modificaciones del proyecto,la simple lectura de las características de los D-42 y D-43 indica que se trataba de buques modernos para la época y bien equipados, al menos sobre el papel. Sin embargo, al igual que con sus congéneres de la clase Audaz, se cometió un grave error: mantener la maquinaria original. Como consecuencia de esto, a pesar de ser los primeros buques construidos en España que fueron dotados de adelantos como equipos de Guerra electrónica (EW), capacidad de operar helicóptero, sistema de combate ASW muy completo, incluyendo los sónares de profundidad variable, etc. fueron toda su vida unos auténticos "cojos". Es más, la enorme cantidad de recursos dilapidada en ellos impidió afrontar otros posibles programas de mejora.
Por ello los Oquendo fueron buques de una vida realmente corta: 15, 13 y 18 años respectivamente. Además, los 18 años de servicio del D-43 no se debieron a su buen comportamiento, sino a que en 1981, cuando estaba a punto de ser dado de baja, fue dañado en Santander por una bomba colocada por ETA en su línea de flotación Con el fin de evitar la imagen de dar de baja un buque que acababa de sufrir un atentado terrorista, con la consiguiente publicidad para los autores del mismo, se decidió mantener el buque en servicio tanto como se pudiera, prolongándose así su vida hasta 1988.Desde un punto de vista operativo, el D-41 estuvo destinado en la 21ª Escuadrilla de Escoltas de Cartagena, junto con los destructores de la Clase Lepanto (llamados también "Los Cinco Latinos"). Por su parte, los D-42 y -43 fueron destinados a Ferrol, a la 11.ª Escuadrilla de Escoltas, junto con los destructores de Clase Churruca, antiguos clase Gearing FRAM II de origen estadounidense. A lo largo de su vida cabe reseñar pocos acontecimientos; el más importante fue la visita del D-43 a los puertos de Nápoles, Casablanca y Portsmouth, en 1971, junto con el atentado ya relatado del que también fue protagonista el D-43. En conclusión, decir que los D-40, junto con los Audaz y los submarinos clase D, han sido, posiblemente, los proyectos más lamentables y ruinosos que ha afrontado la Armada en el Siglo XX.
El Oquendo (D-41) fue un destructor de la Armada Española, cabeza de su clase y el único de los tres buques de la misma que no fue modificado. Recibía su nombre en memoria de Antonio de Oquendo. Fue asignado a la 21ª Escuadrilla de Escoltas con base en Cartagena junto con los destructores de la clase Lepanto.
En septiembre de 1964, participó en unas maniobras en el Cantábrico.
El 27 de enero de 1965 tomó parte con la Agrupación naval Norte en unas maniobras militares en la costa gallega, en las que enarboló la insignia del contraalmirante Mario Romero Abella.
Con motivo de la Semana Naval, participó en un simulacro de desembarco en Almería el 6 de julio de 1971.
En noviembre de 1973, permaneció en San Sebastián durante la visita a la ciudad de los Príncipes de España Juan Carlos de Borbón y Borbón y Sofía de Grecia y Dinamarca.
El 16 de octubre de 1974, zarpó dando escolta a los LST Velasco (L-11), Martín Álvarez (L-12) y al LSD Galicia (L-31) desde Cádiz hasta El Aaiún, a donde arribó el 19 de mismo mes, transportando al Regimiento de Infantería Acorazada «Alcázar de Toledo» n.º 61.
Fue dado de baja y desguazado prematuramente en 1978 debido a los problemas que daba su planta propulsora y a su escasa estabilidad.
El Roger de Lauria (D-42) fue uno de los tres destructores de la clase Oquendo pertenecientes a la Armada Española. Recibió su nombre en honor a Roger de Lauria, marino y militar de origen italiano al servicio de la Corona de Aragón. Originalmente era del mismo diseño que el Oquendo. Se inició su construcción en Ferrol, pero vistos los problemas de estabilidad que presentó, al igual que el Marqués de la Ensenada, fue botado sin finalizar y remolcado hasta Cartagena para remodelarlo, donde fueron literalmente cortados por la mitad, en sentido longitudinal, con objeto de aumentarles la manga. Tras haber sido alargado y ensanchado, fue vuelto a botar el 2 de marzo de 1968. Además, se le mejoró el armamento y sensores al montarle equipos FRAM II estadounidenses.
El Roger de Lauria (D-42) fue destinado junto al Marqués de la Ensenada a la 11.ª Escuadrilla de Escoltas, con puerto base en la base naval de Ferrol junto con los destructores de clase Churruca, antiguos clase Gearing FRAM II (Fleet Rehabilitation and Modernization; Modernización y Rehabilitación de la Flota) de origen estadounidenses.
En este destructor embarcaron en Málaga los entonces príncipes de España Juan Carlos de Borbón y Borbón y Sofía de Grecia y Dinamarca el 19 de septiembre de 1970 con rumbo a Melilla, para participar en los actos conmemorativos de la Legión española.
El 9 de agosto de 1978, participó junto a las fragatas Baleares y Extremadura, el destructor Lepanto, el portaaeronaves Dédalo y el submarino estadounidense USS Shark en unos ejercicios antisubmarinos en Cartagena
Fue dado de baja en LOBA el 15 de enero de 1982 y posteriormente desguazado.
https://www.youtube.com/watch?v=3IsgEqzR2kU
El Marqués de la Ensenada (D-43) fue uno de los tres destructores de la clase Oquendo pertenecientes a la Armada Española. Recibió su nombre en honor a Zenón de Somodevilla y Bengoechea, primer marqués de la Ensenada.
Originalmente era del mismo diseño que el Oquendo (D-41). Se inició su construcción en Ferrol, pero vistos los problemas de estabilidad de los dos primeros buques de la clase, al igual que el Roger de Lauria (D-42), fue botado sin finalizar y remolcado hasta Cartagena para remodelarlo, donde fueron literalmente cortados por la mitad, en sentido longitudinal, con objeto de aumentarles la manga. Tras haber sido alargado y ensanchado, fue vuelto a botar el 2 de marzo de 1968. Además, se le mejoró el armamento y los sensores al montar equipos FRAM II norteamericanos.
Después de veinte años desde que se diseñaron y tras los múltiples problemas en su construcción, que estuvieron a punto de condenarlo al desguace, en gran medida nació desfasado. Fue entregado a Marina, el 10 de septiembre de 1970.
El Marqués de la Ensenada (D-43) fue destinado junto con el Roger de Lauria (D-42) a Ferrol a la 11.ª Escuadrilla de Escoltas, junto con los destructores de Clase Churruca, antiguos clase Gearing FRAM II (Fleet Rehabilitation and Modernization; Modernización y Rehabilitación de la Flota) de origen estadounidenses.
En 1971, el Marqués de la Ensenada realizó una visita a los puertos de Nápoles, Casablanca y Portsmouth.
El 2 de octubre de 1981, cuando estaba a punto de ser dado de baja, fue dañado en Santander por una bomba colocada por ETA en su línea de flotación, que le provocó una brecha de 3 por 2,5 m en la zona del cuarto de calderas. Con el fin de evitar la imagen de dar de baja un buque que acababa de sufrir un atentado terrorista, con la consiguiente publicidad para los autores del mismo, se decidió mantener el buque en servicio tanto como se pudiera, con un coste de reparaciones de 10 millones de pesetas, con lo que se prolongó así su vida hasta el 20 de octubre de 1988, convirtiéndose en el más longevo de su clase (13, 15 y 18 años cada uno de los tres buques).
La plancha junto a la que estalló el artefacto explosivo el 2 de octubre de 1981 y la campana del buque se encuentran expuestas en el Museo Naval de Ferrol.